miércoles, 14 de julio de 2010

Opinión - contraopinión....

No es la primetra vez que me pasa, y siempre respondo igual. Cuando leo un artículo de opinión que me conmueve (en sentido positivo o negativo) necesito responder, no puedo quedarme parada. Y como siempre me ha gustado escribir, suelo enviar mi propia opinión sobre el tema que sea a la editorial de la publicación o a su espacio de cartas al director si lo tienen.

En este caso, el centro de mi indignación viene a cuento de un artículo de opinión que leí ayyer en el Ideal de Granada. He estado buscando en la edición on-line, pero no publican artículos de opinión, así que no os puedo linkear el artículo original que tanto me cabreo. Podéis imaginároslo leyendo mi respuesta.

Lo bueno de tener blog, es que aunque no me lo publiquen, aquí lo tengo "fogao" jajaja. Ahí queda eso:


Una visión muy triste
...A la par que simplista al máximo, es la que ofrece el señor López-Isidro en su artículo de opinión titulado “Miedo al futuro”. En él desarrolla sus argumentos para dar una explicación al miedo al futuro que tienen los jóvenes.
Hasta el título, de acuerdo al 100%, y poco más, la verdad. Pero como me ha resultado tan gris e injusta la visión que este señor ofrece de la juventud, quiero romper una lanza con la mía propia.
Para empezar, Sr. López Isidro, el miedo al futuro es una etapa “casi evolutiva” en los jóvenes. Los de ahora y los de hace siglos, tienen que enfrentarse a unos ideales que se les presentan dados por el resto de la sociedad, a unas metas “imprescindibles”, a un “dar la talla” que tienen que afrontar. Ese miedo al futuro es lógico, y lo hemos pasado todos. En el caso de la sociedad en que vivimos ese estándar está marcado por muchos aspectos, y yo no quiero caer en el simplismo, pero algunos de ellos serían la estabilidad económica, profesional y personal como una forma de autonomía e independencia de la familia que les ha acogido en su seno. Y eso es con crisis y sin ella, que yo fui “joven” hace diez años y ya estaban las universidades, las oposiciones y el futuro profesional en general de mis coetáneos bastante “masificado”.
Por tanto, es cierto. A los jóvenes les da miedo el futuro, y no es solo por la crisis. Los jóvenes se enfrentan a una sociedad en que los valores, como dice, han cambiado muchísimo a nivel ético, estético, político...y sí, a años luz de los sueños caballerescos y revolucionarios que usted pone como ejemplo. En todo caso, vivimos en una sociedad diferente que construimos día a día los adultos que formamos parte de ella, entre los que usted y yo nos contamos.
Lo que me apena e indigna es que se justifique este miedo con afirmaciones como “vidas, vacías”, “creciente incultura”, “les aterra el compromiso”...o “bagaje de prejuicios”. No sé quién es más prejuicioso aquí. Conozco a jóvenes comprometidos con ideales y con acciones reales, jóvenes cooperantes, jóvenes que trabajan gratis y que son cultos y educados.
Conozco a jóvenes que aspiran, o que ya tienen, grandeza espiritual y, sobre todo, capacidad crítica que es algo que no menciona en su artículo pero que es, a mi humilde parecer, importantísima arma contra la incultura y, sobre todo, contra la aculturación.
¡¡Claro que consideran irrealizable un modelo de vida como el de sus padres o abuelos!! Primero debería usted peguntarse si acaso lo desean, ya que ese modelo que les ofrece no es el único, y desde luego tampoco el más adaptado a la realidad que ahora nos implica: ni sus padres ni sus abuelos vivían aún en la casa paterna ante la imposibilidad de hipotecarse o tener un empleo estable (¡y esto es también muy anterior a la crisis!).
No tiene sentido tachar a los jóvenes de miedosos a un futuro que no desean, ni lo tiene llamar epidemia a que no quieran casarse o tener hijos en las circunstancias anteriores, más bien, de llamarlo de alguna manera, yo lo llamaría “sentido común”. No obstante, me parece totalmente simplista buscar una única raíz en todo este compendio de situaciones, y si la raíz es el rechazar esos valores que ensalza (compromiso matrimonial, el deseo de procrear, amores comprometidos y sacrificados...) quizá debería usted plantearse otros igualmente nobles como la libertad. Libertad para elegir qué quiero en mi vida, por qué ideales quiero comprometerme y sacrificarme y qué medios tengo para hacerlo. Jóvenes con valores, compromisos y sacrificios hay. Pero no los suyos. Y el respeto es merecido también.
Finalmente, no quisiera terminar sin una reflexión para ambos al hilo de todo esto. Como docente, creo en la juventud; y espero seguir haciéndolo mucho tiempo, porque la desilusión tan generalizada es triste, perjuiciosa y frustrante para mí, como persona y como profesional. Una lástima, que usted, que también se dedica al noble oficio de la docencia, no opine lo mismo.

NCG, Granada.

17 comentarios:

  1. Como en la mayoría de casos, estoy absolutamente de acuerdo contigo Gadi. Imposible meter a todo un sector de la sociedad (en este caso la juventud) en un mismo caso. Imposible y absurdo, porque no serviría para entender sus motivaciones, sus miedos, su aspiraciones en la vida, sus problemas... Miedo al futuro? Claro! Yo también lo tengo! Miedo a pertenecer a una de las generaciones que más difícil tiene adquirir un hogar, tener familia, progresar en el mundo laboral... y quien me puede echar en cara que tenga miedo?
    Un besazo guapa!

    ResponderEliminar
  2. yo creo que hay gente que opina sin meterse en la cabeza de los otros, si no comprende a los jóvenes cómo narices va a opinar sobre ellos o a criticarlos...UU a mí me pasa igual, hay artículos de opinión que me ponen de muy mala leche >n<

    ResponderEliminar
  3. Hace unos 40 años se pensaba impensable pisar la luna... nuestra sociedad se cimenta en utopías, porque inspiran a las personas y si las perdemos, perdemos los sueños por los que luchar.
    Que no diga que hay jovenes que no tienen compromiso, porque he visto a chavales sin padres y con 17 años que quieren ser grandes cheffs de cocina, que cuidan de chavales más pequeños en los centros y que creen que una familia distinta a la que han tenido es posible. Hasta en los sitios más oscuros puede haber luz. Pero si uno se queda en la queja inmobilizadora, nunca la verá.
    Lo que no se puede es garantizar a la juventud una vida fácil a cambio de unos valores desfasados e inadaptados a esta sociedad. Hay que tener valores y mantenerlos, son básicos, y muchos coinciden con generaciones anteriores, pero hay que luchar por una sociedad mejor.

    Es muy bonito criticar, quejarse y no hacer nada más que desmoralizar... en finch. Un besazo!

    ResponderEliminar
  4. ay Gadi, es muy fácil soltar un artículo adornando unos cuantos prejuicios generalizados para que parezcan opinión propia. Lo difícil es lo que tú haces, hablar desde la realidad y desde lo complejo.

    Tengo 22 años, y aún creo que puedo considerarme "joven" en el sentido en el que se trata en el artículo. ¿Comprometida? Sí, sentimental y "estudiantilmente". ¿Con valores? Claro. Pero no valores de revoluciones obreras o del mayo del 68. Creo que los que mucho critican a la juventud adolecen de una nostalgia incurable de otros tiempos más cercanos a su juventud.

    Y ¿miedo al futuro? ¡No sabes cuanto! Miedo a no saber cuándo tendremos estabilidad personl mi pareja y yo, miedo a no saber si algún día tendremos casa propia, miedo a no saber donde pararé, cuándo podré tener hijos, ... Pero eso no me convierte en una tarambana inmovilista e inculta. Sigo adelante, viviendo con la incertidumbre. Como también hicieron mis padres cuando eran jóvenes.

    Plasplasplas por tu "contraartículo" :)

    ResponderEliminar
  5. Te leía y recordaba la conversación que tuve con mi profesora de deontología al final del cuatrimestre.

    Una cosa es tener miedo al futuro y otra, ser la lacra social que, según este señor, somos. Hay de todo como lo ha habido siempre. Se quejan de que somos conformistas, que no nos movemos. Lo que no saben, es que los tiempos cambian y las formas de manifestarse, quejarse u hacerse oír también.

    "Os pasáis el día en el ordenador", dicen algunos. Pero es que gracias a Internet, busco mis dudas, firmo por las causas que creo justas, me informo, participo en debates y me enriquezco con espacios como este.

    Simplemente este señor debería molestarse en abrir los ojos e implicarse un sólo día con los jóvenes, fuera de las aulas.

    Un besote!

    ResponderEliminar
  6. No he leído lo quedecía ete señor, así que no voy a meterme en "vuestra conversación".
    Sólo diré que sí, que se tiene la fea costumbre de coger los peores atributos y generalizarlos y de echarle la culpa a los jóvenes.

    Señor, si los jóvenes son ytan horribles, mírese al ombligo y a ver qué parte de culpa tiene usted como parte de sus mayores.

    Todo es una evolución y un reflejo de las circunstancias y se tarda años en que se vean los efectos, por eso se habla de generaciones.

    Conozco jóvenes que no valen ni p'a caldo, pero también conozco mayores del mismo estilo. Igual que conozco jóvenes con unoa ideales, un compromiso y una fuerza que ya lo querría para mí.

    Hay de todo. A ver si aprendemos a ver los árboles entre tanto bosque.

    Besos,reina!

    ResponderEliminar
  7. Estoy de acuerdo con Miss Potinguess en que hay de todo. Por los que conozco yo, hay grandes diferencias entre unos y otros. Gente que uno piensa que está echada a perder, y gente que una admira... La cuestión debe ser de tantos por ciento, y ahí uno no sabe, pero sería interesante saber, realmente, cómo estamos. No opiniones, sino hechos. Y eso no se verá sino con el tiempo.

    Que la sociedad de degrada hasta que caen imperios, es cierto, ya pasó.

    ResponderEliminar
  8. Ole!!

    Además, también debemos tener en cuenta que la vida de hoy es más caprichosa y no todos estamos dispuestos al sacrificio.

    Vaya, yo elijo no tener hijos porque no creo que sea mi momento. Tengo una hipoteca, trabajo y caprichos (muchos caprichos) y no quiero aumentar la family porque no me da la gana, por conciencia propia y porque ELIJO mi presente.

    No me gusta pensar en negativo y quiero creer que mi futuro es bueno :)

    Bueno, no me quiero repetir ni ponerme pesada, que estos temas me gustan a mí con el tinto de verano y las tapas sobre la mesa (siempre pienso que esas son las conversaciones profundas 'curan' el mundo un poquito).

    Küsse, amore.
    Tienes mi aplauso!!

    ResponderEliminar
  9. Pues normal que te cabreara el artículo, por lo que veo el señor metió una generalización a lo grande de la juventud ¡y lo malo que es generalizar!

    Cada persona es un mundo y es estupendo que cada cual tenga la libertad de vivir como quiere sin que lo tilden de nada, no como antiguamente que los que se salían de "la norma" (impuesta por dios sabe quien) tenían que vivir escondidos y asustados.

    ResponderEliminar
  10. Totalmente de acuerdo!! muchisimas gracias por creer en la juventud. Desgraciadamente la sociedad cada vez cree menos en nosotros... es una lástima. Un besazo enorme :)

    ResponderEliminar
  11. Esa es mi Gadi, ahí con dos cojones ¿se puede decir cojones? pues ya lo he dicho ea...

    Naturalmente que los jóvenes tienen miedo, y yo, con casi 50 tacos también lo tengo. Es imposible no tener miedo con crisis o sin ella, como dices tu. Indudablemente este señor esta generalizando, yo conozco muchos jóvenes solidarios y mayores también.Jóvenes cultos, trabajadores y responsables, y mayores también. Algunos incultos, irresponsables, egoístas, y mayores también...
    Los valores, ideales y personalidad no dependen de la edad, depende de cada cual independientemente del año de nacimiento.

    BESOTES WAPAAA!!!

    ResponderEliminar
  12. Me parece que he leído este mismo artículo...¡¡¡hace 20 y 30 años, en distintas ocasiones!!! Y entonces, hablaban sobre mi generación!!!

    Es evidente que no se trata del mismo artículo, pero sí de los mismos prejuicios que tienen determinadas personas sobre la juventud. Lo que ocurre es que a estas personas no se les debería dar cancha en los medios de comunicación porque, es evidente, no son representativos de nada, no aportan nada nuevo ni mejor y su opiniones no le importan a nadie. Sólo quieren contaminar a los demás de sus propios miedos.

    Ni caso, "A palabras necias, oídos sordos" y a seguir viviendo cada uno la vida como mejor la entienda y mejor se adapte a sí mismo.
    Un besazo, guapa

    Inma

    ResponderEliminar
  13. Lo que le gustará a la gente generalizar... da la impresión de que es poco observador de la realidad, tanto como docente, como adulto, y como joven que fue en su día...

    ResponderEliminar
  14. Con permiso...

    A diferencia del resto de los comentaristas, yo he leído el artículo y guardo una opinión distinta.

    El autor no generaliza, sino que advierte expresamente que no todo es como lo que critica. Eso sí, indica que el miedo al futuro es un fenómeno creciente, aunque no único.

    En cuanto al miedo al compromiso, se refiere fundamentalmente al de pareja, que es indiscutible que está en crisis. Y en ningún momento se dice que la juventud sea horrible o una lacra social, sino más bien un tiempo de ilusión y posibilidades -y de ahí su decepción ante lo poco que da de sí la juventud hoy-.

    Finalmente, la autora del blog apunta que el articulista debería valorar la libertad frente a lo otro que echa de menos. Pero la libertad es condición de lo demás, no algo aparte; y sin lo demás, sin metas ni compromisos, entiendo que la libertad no va a ninguna parte.

    Ahora es probable que sea descalificado como el autor del artículo y se considere que se me debería prohibir la palabra...

    ResponderEliminar
  15. STEPARIO: En ningún momento te voy a descalificar ni a prohibir nada, este blog es libre para que comentéis lo que os parezca siempre que se haga desde el respeto, como lo has hecho tú.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  16. No lo decía por ti, sino por alguna de tus comentaristas...

    ResponderEliminar
  17. nO, no me habia olvidado de comentarte este post, solo buscaba algo de tiempo, para leerlo bien, y justificar mi respuesta.

    Que de acuerdo estoy contigo amiga, yo que casi estoy saliendo de la adolescencia, que tan solo tengo 24 años, pero que veo la vida con un cristal que muchos no entienden, te doy la enorabuena por pensar asi.
    Por apostar por los jovenes, por apostar por aquellos que son el futuro, le pese a quien le pese, yo tambien tuve quince años, y tambien me rezage, repeti, fume algun que otro porro, pero vamos aqui estoy, empece a ver la vida desde otra perspectiva y a comprender lo importante que podemos llegar a ser.
    Ahora como educadora, y con la poca experiencia que tengo, puedo decir que los jovenes son adorables, carismaticos, dificiles, pero sobre todo personas.

    ResponderEliminar