lunes, 20 de diciembre de 2010

El pesimismo

Me gusta cómo la autora comienza afrontando este tema con el ejemplo de una persona que tiene una visión pesimista de la realidad debido a su desarrollo profesional. Imagina, por ejemplo, a un policía harto de “bregar” con maldad y estupidez humanas…difícil suponer que esta persona no va a ser pesimista, ¿verdad?

Sin embargo, afirma, el problema de esta actitud es que termina por abarcar todos los ámbitos de nuestra vida…terminamos en casa, con los amigos, con la familia…desarrollando estas actitudes:
  • ·         Crítica constante con su entorno…pero también consigo mismo.
  • ·         Como consecuencia de lo anterior, no está a gusto consigo mismo.
  • ·         “Agorero”: está en continua alerta ante peligros futuros y amenazas posibles.
  • ·         Debido a lo anterior, ha desarrollado una actitud desconfiada hacia “la vida” o “la gente”
  • ·         No suele mencionar las cosas positivas que ve en las situaciones o en los demás y sí suele magnificar las negativas.
  • ·         Piensa que las cosas son cuestión de “mala suerte” o destino.
  • ·         Como consecuencia de esto, no se ve con herramientas para afrontar los sucesos, los problemas siempre son irremediables.
  • ·         …y claro, se siente desdichado con la vida “que le ha tocado vivir”.


…que son las que describen a las personas pesimistas. Obviamente y como siempre, estoy hay que matizarlo. Ya sabéis que la psicología se basa en tipos puros y clasificaciones que en la vida real deben flexibilizarse mucho. No es tan fácil encontrar a alguien que cumpla todos los puntos, pero sí a personas que tiendan a afrontar las cosas enfatizando mucho alguno de ellos o incluso gente que tienen esta actitud en ciertos ámbitos de su vida, pero no en todos.

A pesar de ello, como decíamos al principio…se termina generalizando a los diferentes sectores de la vida de la persona. ¿Cuántas veces hemos oído expresiones como…

  • ·         ¿Y qué le voy a hacer, esta es la vida que me tocó vivir?
  • ·         ¡¡Mira que tengo mala suerte, siempre lo mismo!!
  • ·         Sí, tú disfruta que ya te tocará sufrir a ti.

¿A que sí? Son típicos ejemplos de formas pesimistas de afrontar las situaciones…

Pero… ¿un pesimista nace o se hace? Obviamente, nadie nace con una opinión formada de cómo será su vida (ni siquiera es un concepto que se plantea uno hasta adquirir cierta madurez). La actitud ante la vida es una cuestión de seguridad y esta seguridad ¿dónde se logra? ¿dónde empieza a construirse? ¿Dónde se nos da hasta que somos autónomos para dárnosla nosotros mismos?

Equilicuá, como siempre, en la familia. La actitud de los padres ante las primeras conductas de los niños a nivel de autonomía (empezar a andar, primeros días en el colegio, salir a la calle a por un encargo, cocinar una receta, irse de Erasmus…) INFLUYE muchísimo en la propia percepción que ellos desarrollen ante sí mismos y la vida.
¡¡Es muy lógico!! Imaginaos las situaciones anteriores con las siguientes respuestas en el entorno familiar…

  • ·         Primeros pasos… “¡¡Te vas a caer!!”
  • ·         Primeros días de colegio…”Vamos a ver cómo lo lleva ésta, seguro que se hincha de llorar”
  • ·         Salir a la calle…”A ver si te pilla un coche”…”A ver si lo traes todo al revés”…”A ver si te engañan con las vueltas”
  • ·         Cocinar… “Sí, claro, vas a hacerlo tú…qué quieres achicharrarte o que tengamos que tirar la comida?”
  • ·         Irse al extranjero…” ¿Tuuuú? Pero si tú te pierdes en el pueblo!! Vamos a los dos días, estás de vuelta llorando!”

Notase que son exageraciones (jajaja o no tanto!) y que ningún padre quiere machacar conscientemente a su hijo (al menos ningún padre sano)…pero lo que sí es cierto es que a veces los padres, ante nuestro instinto de proteger a los hijos les estamos devolviendo continuamente una imagen de lo peligrosa que es la vida, ¿no os ha pasado como madres o con vuestros padres?

Tampoco se trata de decir “Hala, bonico, ve con mariposas y flores”. A los niños hay que hacerles conscientes de las “amenazas” del entorno…pero también de que deben tener preparadas estrategias para afrontarlas (una estrategia es también PEDIR AYUDA, ojo, no todo está “dentro de mí”).
El próximo día volveremos a las mariposas y las flores jajaja: Hablaremos del superoptimismo y sus peligros.
Besos!

14 comentarios:

  1. yo tiendo a tener un realismo bastante pesimista -curioso término- pero bueno, eso no me lleva al inmovilismo ni a ser una amargavidas XDDD Lo único que cuando tengo que esperar algo, suelo pensar que bueno no va a ser XD Pero intentto cambiar eso xD :P

    ResponderEliminar
  2. Jo lo que aprendo contigo con estos post.... me encantan porque además de comentar cosas que se pueden encontrar en cualquier manual de psicología, lo amplias con tu experiencia, y a mí eso me parece muy enriquecedor. Gracias bonita

    ResponderEliminar
  3. Jo.... pensaba que no era tan pesimista... pero al leer este post he de reconocer que lo soy bastante, siempre pienso que las cosas no me van a salir bien, bueno eso también influye en que ultimamente no me sale nada "a derechas" a ver si el nuevo año me regala algo de optimismo!
    Un beso!

    ResponderEliminar
  4. Lo peor es que el pesimismo es contagioso. Como terodees de gente negativa, o te provoca un rechazo monumental (que es lo que me pasa a mí, me aburren y me cansan mortalmente)o se te pega y te vuelves de un gris insoportable.

    Besos!

    ResponderEliminar
  5. yo he sido pesimista toda mi vida, pero mucho, por suerte este año he empezado a cambiar, cuesta pero se puede ;)

    Un besito Gadi!

    ResponderEliminar
  6. Asi es mi blog, se basa en reflexiones de una psicologa joven :)
    Pasate y lee mis entradas.
    Me ha gustado tu post, muy reflexivo y sentido.
    Visita mi blog y hazte seguidora... estoy preparando entradas con vuestra ayuda!

    elvasodemonica.blogspot.com

    ResponderEliminar
  7. Es cierto, tener una mirada pesimista hace que te cueste más resolver conflictos... no somos lo suficientemente optimistas y como dice Miss Potingues, estoy de acuerdo con ella, son actitudes que como no te des cuenta, se te pegan.

    Un besote fuerte guapaa!! y ahí estaré cuando toque tema de mariposas y flores...
    :)

    ResponderEliminar
  8. Me siento muy identificada con esta entrada y creo que tengo todas las características de una persona pesimista jajaja.

    ResponderEliminar
  9. Yo era muy pesimista y aun tengo mis recaidas de pensamientos negativos pero he cambiado el chip y estoy aprendiendo a ver las cosas positivas de la vida pork hay muchas mas de las qque a veces vemos pero poco a poco se puede conseguir ser más feliz con menos. Hay que luchar y avanzar.

    Bikiños

    ResponderEliminar
  10. Mi padre siempre decía que prefería que sus hijos se dieran una hostia (perdón) al intentar saltar más alto, que vinieran llorando por no ser capaces de saltar. Estupendo post, niña.

    ResponderEliminar
  11. Yo hace unos años era mas pesimista ,siempre pensaba que me salian las cosas mal etc...pero cambié el chip y ahora intento ver las cosas positivas aunque siempre tengo mi lado pesimista latente jaja

    Quizas por lo que dices de que el entorno a veces no ayuda,si tienes gente que te machaca y tu eres debil....Pase una epoca un poco mala por mi entorno de amistades y me influyo bastante a desarrollar mi lado mas pesimista ante la vida y todo en general.
    Pensaba que no hacia nda bien,que todome saldria mal,que no valia pa nada,etc.....gente muy mala.

    Y si he oido muchas veces eso de........¿a donde vas tu? jaja
    pero por lo que comentas que los padres ,sobre todo el papi es mas protector y miedoso jaja
    Pero hay que parase y pensar todas las cosas que haces por ti misma sin ayuda de nadie y ver que una persona puede hacer muchas cosas positivas para uno mismo y olee tus huevos jaja que no todo es malo.

    Hija me encantan tus post deberias hacer algun maual o un libro!!

    ResponderEliminar
  12. De vez en cuanto me pasa tambien.. pero intento pensar positivo... y tener esperanza)
    Un saludo

    ResponderEliminar
  13. Tienes razón que lo negativo y el pesimismo se aprende en la familia. Mi padre es tan positivo como yo, o yo como él, según se mire. Nosotros lo vemos todo fácil y todo ya hecho. Mi madre no sabe vivir sin sus miedos paralizantes.
    Lo curioso es que en el término medio no está la virtud en esta ocasión.

    Para mí, lo único que cuenta es tener muchísima fe en mi misma, en lo que quiero hacer, a dónde quiero llegar y trabajar, trabajar, trabajar, pensando siempre que lo voy a conseguir. De hecho, vivo muchas situaciones como si ya las hubiera conseguido y al final, lo consigo en un porcentaje muy elevado de ocasiones.

    La fuerza de la mente es muy grande y la fe mueve montañas. Hay que ser puros en los deseos que uno tiene y cuando las cosas nacen desde el corazón, todo es mucho más fácil.
    Un beso fuerte.

    Inma

    ResponderEliminar
  14. Muy buen post, los ejemplos son muy gráficos. Curiosamente mi madre es super negativa y yo no he salido así, por mucho que se ha emperrado la mujer en meterme el miedo en el cuerpo!

    ResponderEliminar