miércoles, 26 de enero de 2011

Saber escuchar

El otro día acabamos la semana hablando acerca de la “torpeza social”, prototipo definido como la incapacidad de poner en juego las habilidades sociales más básicas. ROCCO dijo en los comentarios que, en el fondo, todas somos a veces un poco torpes sociales, y es verdad, porque nadie es perfecta. En ese sentido, conocer y reconocer lo que a veces me falla (como yo decía del arrimamiento y del toqueteo y muchas me habéis dicho que no lo soportáis, tomo nota por si algún día puedo ir a una potiquedada jajaja Gadi, vade retro!) es un primer paso. Y el segundo? Practicar. Hoy vamos a detenernos en ese punto que le falla a mi amigo, el controlador de conversaciones (jajaja): SABER ESCUCHAR.
Está claro que, a nivel “ LITERAL”, saber escuchar es impepinable para comunicarnos. Pero esa escucha puede mejorarse cuando es ACTIVA, porque en el fondo, cuando emitimos mensajes, además de dar una información (qué contenta estoy, qué malo está el gazpacho, a qué hora llegarás…) también, a menudo, necesitamos que…
-          El otro (interlocutor/es) NOS RECONOZCA como persona. Sí, señoras. Independientemente de lo seguras que seamos de nosotras mismas, que el resto de la humanidad nos reconozca como parte del grupo es una necesidad que traemos de serie también. Igual que el bebé tira algo al suelo aposta (atención de su mami) o el adolescente se pica las clases (atención/aprobación de sus iguales), todos (adultos, niños, abuelos, mujeres, hombres…) cuando emitimos mensajes buscamos el reconocimiento de los demás.
o   Obviamente, aunque sea generalizado, hay que diferenciar la necesidad común de ser reconocidos (a nadie le mola hablar y que no le escuche ni el Tato, ¿no?) con la necesidad de llamar la atención de ALGUNAS  personas con baja estima, ojito que no es lo mismo.
-          Buscamos que se nos comprenda (EMPATÍA). Hemos hablado muchas veces de la importancia del lenguaje corporal, pero está claro que la ESCUCHA tiene un papel protagonista indiscutible en el juego de la empatía: cuando estamos enfadas, cansadas, …pero también cuando queremos compartir nuestra alegría, necesitamos una escucha que aunque no los asuma, al menos entienda nuestros motivos y sentimientos.


Seguro que más de una vez habéis querido contar algo y al elegir a quien, habéis pensado en una persona de vuestra familia o círculo de amistades. ¿Porqué esa persona y no otra? Porque sabemos que nos va a ESCUCHAR.

Por lo tanto, vamos a ver las características de la escucha activa. Quien sabe escuchar...

Como veis, en el cuadro aparecen consejos "en positivo" (qué hacer) y también en "negativo". Estos últimos los he añadido yo para matizar y porque seguro que a medida que los leéis os acordáis de alguien a quién alguna vez habéis querido contar algo de importancia para vosotras y os ha respondido con alguna de esas conductas. ¿A qué es frustrante? Por eso es importante poner en juego las que sí merecen la pena, todo empieza por mostrar respeto e interés hacia quien nos habla.
Otro aspecto del cuadro que me ha hecho mucha gracia es lo de asentir con la cabeza. Yo lo hago inconscientemente cuando estoy escuchando a alquien y una compañera dice que consigo que la gente "lo cuente todo, y más" solo gracias a ese gesto jajaja

Obviamente, es una exageración. Otro punto importante para una buena relación social, para que nons "elijan" o elijamos nosotros a alguien es el que trataremos mañana: inspirar confianza.
Un besazo!

9 comentarios:

  1. Siempre me han definido como una "buena escuchadora". Y me gusta hacerlo con gente a la que aprecio. Sin embargo, me pueden las personas que acabas de conocer y te cuentan sus problemas con todo lujo de detalles. No me refiero a la típica viejecita que te encuentras en la farmacia y que en treinta segundo te cuenta su historial médico o como no puede ver a sus nietos sino a las personas que justo ves un par de horas en el parque cada finde y te cuenta los problemas con su marido o en trabajo con pelos y señales.
    Por otro lado, soy una muy mala "contadora de mi vida", todo me lo guardo pá mi y siempre me tienen que tirar de la lengua para que revele algo que me concierne.
    Vamo, que ni lo uno ni lo otro no? Como siempre, hay que buscar "le juste milieu". Besos.

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  2. Yo soy a quien todo el mundo le termina contando sus problemas, en el cole como tutora me toca, además de escuchar a mis alumnos, a algunos compañeros y de mis amigas es muy normal oir lo de me "me paso por tu casa y nos tomamos un café" eso quiere decir que toca sesión de esuchar... mi marido dice que en la habitación donde tenemos el estudio me va a poner un diván para que haga terapia.

    Estoy totalmente de acuerdo contigo, no todo el mundo sabe escuchar, yo también añadiría que es importante a la hora de dar una opinión, no "regalarlas" es decir, no decirle a la otra persona lo que quiere oir, sino que llegue ella misma a sus propias conclusiones. Por ejemplo el otro día mi primo me contaba una bronca que había tenido con su novia, y mi respuesta fue darles posibles opciones por los que ella actuaba así, inseguridad, miedo, soledad, etc... y seguidamente le pregunté, como te sentirías tú si vivieras esa situación?
    Porque a veces escuchamos a alguien y para ayudarle le decimos lo que quiere oir, yo creo que eso es hacerle un flaco favor.

    Menuda parrafada que te he soltado

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  3. Me ha gustado mucho el post.La gente, por lo general oye y parlotea, pero no escucha. Y eso trae muchos problemas.

    Para potiquedades, a mí no memolesta ni que se me acerquen, ni que me puedan tocar en un momento dado, no tengo alergia a las personas.
    Lo que no aguanto es a la típica abuelita (o no tan abuelita) que se te agarra como una garrapata y te corta la circulación del brazo de lo que aprieta, a la vez que te pone la cara a menos de medio palmo de la tuya.
    Señora! Que soy hipermétrope y la veo mal de tan cerca! Además, que no me interesa saber qué ha comido hoy o cuántos empastes tiene.

    Besos!

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  4. Tengo pesadillas con lo del reconocimiento. También es un tema muy importante en filosofía :)

    Mira, en lo de escuchar es en lo que no soy una torpe social... aunque depende, porque a veces la gente también tiene que saber comunicarse, porque te empiezan a largar, a largar, a irse por las ramas, y al final te es IMPOSIBLE seguirles... jaja

    Un beso!

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  5. Escuchar es esencial y sin embargo, nos cuesta tanto... Pero creo que estos post hacen mucho bien a mucha gente y estan hechos desde un punto de vista saludable psicoloógicamente.

    Muchos creo que cuentan el "yo" no por asumir protagonismo, sino, como herramienta de empatía para buscar contacto con el otro, esto, como siempre, hay que contextualizarlo.

    Gracias por subirlos. Besis

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  6. Está muy bien que te "elijan" para escuchar...el problema viene cuando no sabes qué decir, o mejor dicho, sabes lo que deberías decir pero no encuentras la forma adecuada, o sabes que a la otra persona le vas a a hacer daño.
    Un ejemplo: a una de mis mejores amigas la trata fatal su pareja, pero fatal, hasta el punto de hacerla sentir la peor y menos capaz persona del mundo. ¿Qué haces en esa situación?
    A. Se lo dices. Pues bien, ella lo justifica diciendo que es que ella a hecho esto o lo otro. O lo que es peor, sabe que es verdad pero sigue con esa relación porque "no podría vivir sin él"
    B. Te callas. Peor aún, porque ella ha venido a tí buscando consuelo.
    Difícil, ¿verdad? Lo siento por soltarte el rollo =S pero es que...vaya telita.
    Gracias por el post. Creo que es muy útil saber escuchar para relacionarnos con los demás. Un besito.

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  7. Me gusta escuchar, pero también me gusta que me escuchen.

    Hay gente que te cuenta cosas, las escuchas y cuando les vas a responder o a contar algo que viene al pelo ellas ni te escuchan, sólo te hablan para escucharse a sí mismas.

    Hay otras que por el contrario (otras personas, entiéndase, no discrimino sexo) tienen esa habilidad de sacar de ti lo más profundo y hacen hablar a las piedras. Saber escuchar es muy importante.

    Si escuchásemos más y hablásemos menos el mundo iría mucho mejor. Hay historias fascinantes que mueren en el olvido porque no ha habido nadie receptivo.

    Küsse!!!

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  8. Lo de asentir con la cabeza yo lo hago constantemente, aunque haya desconectado y no esté haciendo ni caso a la persona que me habla. No se si es un defecto o una virtud, la verdad.

    Además, desgraciadamente, mi mente se aburre demasiado rápido y no consigo estar atenta a una conversación durante x tiempo, no soy capáz por mucho que lo intente!!!
    Y no soporto que me interrumpan o que la otra persona mantenga dos conversaciones a la vez.

    Seré maniática????

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  9. Otro post que me ha gustado muchísimo. Me estoy poniendo al día, que ¡vaya martes y vaya miércoles de eventos sociales! Ahora toca estar tranquilita delante del ordenador y se agradece.
    Por mi profesión, es importantísimo saber escuchar, pero de otra manera porque practicamos una escucha rápida, de la que extraemos toda la información que podemos, la procesamos, la sacamos y después, pasamos a otra cosa con la misma rapidez.
    Pero por mi naturaleza, me quedo con las cosas como si fuera una grabadora y no las olvido como suele ser habitual en mi sector. Y me gusta escuchar a los demás (no a todo el mundo, también es cierto, soy selectiva), pero consigo que en las entrevistas, los entrevistados me cuenten su vida en verso y yo casi no hago preguntas, sólo asiento con la cabeza. Así que, sé perfectamente de lo que hablas.

    Como siempre, otra entrada de 10.
    Un besazo y muchas gracias.

    Inma

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