martes, 22 de septiembre de 2015

La parábola del zapato perdido y encontrado con premio

Ya sabéis que de vez en cuando me gusta contaros historias mientras os enseño un look. Debe ser parte de mi vocación frustrada de escritora (como tantas otras que guardo en mis armarios emocionales jajaj!). Hoy os cuento la historia de la búsqueda de un zapato perdido…que re-encontré, ¡con premio!
1. El zapato perdido (y encontrado en el sótano).
Resulta que, en mi “otra vida” (léase antes de ser madre, que objetivamente hace diez años pero en mi concepción subjetiva del tiempo fue hace varios eones) tenía yo unos preciosos salones  de Pull & Bear de color marrón medio que me encantaban para entretiempo. Apenas tuve tiempo de utilizarlos (entre otras cosas, porque precisamente el entretiempo aquí es lo que tiene, que casi no existe) cuando me quedé embarazada de Marina.
Entonces entré en una vorágine que resumo en breves palabras (lactancia, sueño, lactancia, revisiones, lactancia, quiero dormir, compra de casa, lactancia, mudanza…) y gráficamente podéis imaginárosla así

(o al menos yo la sentí así)

En esa compra de casa y mudanza que comento llegué a MI casa, en la que vivo hoy. Que resulta que tiene un práctico “hueco-escalera” (que llamo sótano para abreviar y porque suelo concederme esas licencias poéticas sopena de que luego la gente no me entiende) donde guardaba “cosas de otras temporadas”. Allí fueron a parar los zapatos.
Los zapatos y la cuna, el baño infantil, el tacatá, la trona y dos millones de cosas de puericultura que duraron poco tiempo allí porque en dos añitos estaba gestando a Irene. Y mientras, venga a guardar y sacar trastos. Eso debió provocar que, poco después, cuando volví a acordarme de aquellos zapatos “pre-maternidad” y a buscarlos…solo encontrase uno.

2. Y pasaron los años.
Y yo iba sacando sandalias cada primavera y cambiándolas por botas cada otoño sin que apareciese más que uno de los zapatos. Llegué a pensar que mi sótano se había comido al compañero.

¿Será eso que brilla mi zapatito?

Lo cierto es que nunca llegué al fondo de la habitación porque había allí tanto trasto, que siempre terminaba desistiendo y cansándome antes.

¡Hola! En el fondo estoy yo, así que mejor no sigas Marigadi

3. El día que fui a por todas.
Pero como resulta que no hay nada como dejar de fumar para volverse –unpoquitomás – hiperactiva, una tarde que el aburrimiento se había aliado con el mono para cantarme en stereo aquello de “me sabe a jumoersigarritoqueyomefumo” en la conciencia, decidí arremangarme y LLEGAR AL FONDO DEL TEMITA.

4. Quien busca, halla (lo que buscaba y 3 o 4 bonus track).
Aparte de muchas bolsas de ropa de canastilla y algún trasto olvidado, mereció la pena llegar al fondo porque encontré…
1. El zapato perdido
Al lado de su parejo, por fin, tras tantos años.

2. Tres camisetas
 



3. Un vestido


4. Dos pares de zapatos


Os juro que no me acordaba de ninguno de ellos, más allá del zapato huérfano de hermano. Debe ser porque pertenecían a esa vida “prematernal” que os contaba al principio (vale sí, y porque tengo mucha ropa, admitámoslo). Pero oigan…¡qué alegrón!
Así que mi armario de entretiempo y verano ha aumentado gratis con prendas que son “casi vintage” pero que pienso explotar al máximo. En este caso (como en tantos otros) la perseverancia tuvo premio.
¿Os han gustado mis rescates?

Espero que la historia os haya entretenido.
Mañana, un look y manicura a juego con una de mis "nuevi-viejas" camisetas ;)

27 comentarios:

  1. Que importantes pueden ser un par de zapatos, si no que se lo pregunten a La Cenicienta. 😂😂😂

    ResponderEliminar
  2. Hola, muy buena la historia y mejor por todo lo que rescataste. A mi me paso con una falda pantalón, por delante se veía como una falda y por detrás como unas bermudas. Todo el mundo decía que me quedaba genial. La guardé y no ka he vuelto a ver y mira que he buscado. Un beso

    ResponderEliminar
  3. Hola, muy buena la historia y mejor por todo lo que rescataste. A mi me paso con una falda pantalón, por delante se veía como una falda y por detrás como unas bermudas. Todo el mundo decía que me quedaba genial. La guardé y no ka he vuelto a ver y mira que he buscado. Un beso

    ResponderEliminar
  4. Siempre alegra encontrar cosas de las que no te acordabas y más aún, encontrar cosas que buscabas, así que genial que hayas tenido las dos al mismo tiempo jaja.

    Besoss

    ResponderEliminar
  5. Jajajaja me encanta!!! Yo he rescatado una falda de lunares también de un armario perdido, que causa sensación cuando me la pongo!!!. Besotes guapa.

    ResponderEliminar
  6. Muy bonita la historia y la rabia que da perder una cosa que te gusta!!!!!



    besos

    ResponderEliminar
  7. De esos encuentro en la tercera fase con ropa y calzado del que ni te acuerdas te puedo contar mil y una. Ahora ya tengo todo más localizado, peor sigue habiendo sorpresas.
    Muy chulos tus tesoros.
    Besos!

    ResponderEliminar
  8. Jajajajaja que buena eres.
    Los zapatos muy monososo y los recién encontrados pues estupendo.
    Yo voy a hacer limpieza de armarios muy en serio esta temporada y algo de renovación también.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  9. es como si te hubieras ido de compras pero muchisimo más barato jajjaja

    ResponderEliminar
  10. ¡Chulísimos esos rescates! Los zapatos son muy monos y el vestido me ha gustado mucho. Un besote (y sigue sin dejar que ese mono se apodere de ti).

    ResponderEliminar
  11. Y lo contenta que te pusiste ese día!!! más que en un día fructífero de rebajas! Y lo chulo que está todo, saludos!

    ResponderEliminar
  12. Sí, la historia ha entretenido y mucho, y ya esta con su hermanito! A mi me pasa, dejo las cosas olvidadas y luego ni me acuerdo, el problema es que al independizxarme este verano he perdido mucha ropa por el camini, y me estoy acordado de varios vestidos que onde estaran? yo no lo sé. Yo tambien creo que hay un agujero negro en el fodo de mi armario.
    Besos!

    ResponderEliminar
  13. jeje a veces pasa que damos con prendas que no sabíamos que teníamos.Y la alegría que da!!
    Besos!

    ResponderEliminar
  14. ¡Hola linda! me ha encantado la historia me ha parecido curiosa y divertida y a todas nos ha pasado que por no buscar bien una cosa no ha aparecido jajaja a mi ambién me pasa que dejo cosas olvidadas y de repente veo que se llevan mucho y ¡las rescato! otra simplemente me deshago de ellas y después se llevan y me da el patatus jajaja
    me alegro que hayas recuperado cositas

    un beso!
    El tocador de Mia.

    ResponderEliminar
  15. Hola guapa!!
    Jamia no es tarde para ser escritora... yo tambien tengo pequeñas historias que tal vez algun dia vean la luz, me encanta escribir...
    Besines y aprovecha todo que es muy chulo!!

    ResponderEliminar
  16. A mi también me ha pasado con una chaqueta y un cinturón, pero no lo he tardado tanto tiempo en encontrar,jeje, qué ilusión hace!
    Un beso.

    ResponderEliminar
  17. Es absolutamente genial la historia, me recuerda a mi encuentro con mi colgante de ámbar...

    ResponderEliminar
  18. Jajajajajajajaja, me he reído mucho con tu historia y tu zapato perdido, yo no suelo guardar nada y hay veces que echó de menos algunas cosas y me arrepiento de haberlas dado, pero es que no me gusta acumular nada, sólo tengo lo que utilizó y me pasa con todo , lo tiro o lo regalo todo , un besote guapa.

    ResponderEliminar
  19. A mi esas cosas no me pasan, todo lo que tengo está ahí, encontrable. Es poco la verdad...

    ResponderEliminar
  20. Jajaja me he enganchado hasta el final con tu historia del zapato, nunca es tarde para ser escritora, deberías planteártelo!
    Besis

    ResponderEliminar
  21. jajajajaja Yo he tenido hoy una de esas tardes y he dejado mi habitacion mas que limpia!!! Porque a mi me da por limpiar..Pero que curioso que te pasases tanto tiempo buscando el otro zapato y al final no solo encontrases lo que buscabas sino bastante mas y ademas bonito^^ que la verdad que se le puede sacar mucho partido porque ahora vuelve a llevarse cosas de años atras....Nunca deberiamos tirar nada!! jajaja
    Me alegro mucho por ti Gadi :) Besos

    ResponderEliminar
  22. Que bien que encontrarás todo pero me han dado miedo las fotos jaja!
    Besos

    ResponderEliminar
  23. Pues mira a ver si está por ahí mi rebequita torera para las bodas que lleva años extraviada !!! (no lo entiendo). El otro día me pasó algo parecido, que ordenando las cajas de zapatos me dí cuenta de que tengo pares que no recordaba, y que por lo tanto no me he puesto y me da rabia porque son preciosos. La mayoría son de tacón alto o altísimo y eso explica que al final me da pereza y decido siempre ir cómoda antes que sexy, para desgracia de mi esposo y por contra para gozo de mis metatarsos....

    Pd: Dime que tu sótano no es así de "scary"...

    Un beso y enhorabuena por el hallazgo del zapato pródigo.

    ResponderEliminar
  24. ooo los tesoros encontrados, de ese zapato perdido son mis zapatos favoritos

    yo ahora tengo un caos que ni te cuento, así que nos hemos propuesto, sí Jordi y yo poner un poco de orden, aunque debo admitir que la del desorden soy yo y el del orden yo

    un besote!!

    ResponderEliminar
  25. jajajajaja
    Enhorabuena por el reencuentro!!!
    Besos

    ResponderEliminar
  26. Jeje a mi también me pasa, entre la casa de Madrid en la que vivo desde hace 3 años, la casa de mis padres en Burgos y la casa del pueblo allí...uff!a saber lo qué tendré escondido sin saber que existe,jeje.
    Me alegro de que encontrases tantas cosillas que, por cierto, me han encantado!bsts

    ResponderEliminar