sábado, 11 de febrero de 2017

Descansar mejor: revisa tus hábitos de sueño.

Ya sabéis que leo muchos blogs y a veces me llama mucho la atención cómo muchas de nosotras (y sí, también sigo y leo blogs masculinos, pero mayoritariamente son de autoras femeninas) recurrimos a remedios para relajarnos dormir mejor: suplementos, brumas, tisanas… Y ciertamente, no me extraña tanto teniendo en cuenta que a menudo y socialmente, tenemos muchísimas responsabilidades y presiones en nuestro día a día.
Afortunadamente, en mi caso aún no he necesitado recurrir a ningún extra: suelo dormirme muy rápido, es raro que me despierte en la noche y cuando me suena el despertador por las mañanas, suelo sentirme descansada, feliz y con energía (salvo excepciones cuando he tenido algún problema leve de salud, como es lógico). Así que he pensado que puede ser buena idea repasar con vosotras los hábitos de sueño para ver qué puede estar influyendo.
Obviamente, si algunas tenéis otros consejos que os funcionen, dejadlos en comentarios, y así nos beneficiamos todos.

¡Vamos al lío!
1. ¿Acostarnos cansados? ¡Sí, pero de “cansancio del bueno”!
A lo largo del día hacemos muchísimas cosas y vamos acarreando mucho estrés. Y a menudo, más que cansancio, lo que sentimos es AGOTAMIENTO...pero mental.
Si nuestro ritmo de vida es rutinario (trabajo sedentario, desplazamientos en coche, supervisar tareas de los niños sentados...) al llegar la noche arrastramos un cansancio descomunal...pero a nivel de psique. El cuerpo, más que cansado, está "patoso".
Y esta combinación de "mente como una moto" y cuerpo molido, pero de estar sentado...es una bomba de relojería para el descanso adecuado.
Es por eso que, aunque sean 30 minutos al día, hay que dedicarlos a MOVERSE. Da igual si es andar, hacer dos vídeos de Youtube o ir al gimnasio. Cuanto más al final del día...mejor. Pero hay que hacerlo.
No valen excusas: media hora se puede sacar, al menos 3-4 veces a la semana. Aunque sean dos veces del fin de semana. Una vez crees el hábito, tu cuerpo va  acostumbrarse a ése ritmo y vas a descansar mejor.
Por no decir que vas a quemar más calorías, tonificar y subir tu autoestima.

2. Desconectar la mente: algunos trucos.
Como decía en el punto anterior, a veces vamos a la cama y sentimos que estamos agotados...pero la cabeza sigue a lo suyo. Rumia que te rumia. Es el momento en que las preocupaciones toman el mando del cerebro y no paras de darle vueltas a ciertos temas.
Así, dormir es imposible.
Hay que aprender a desconectar un rato antes. Algunas pautas, que muchos conocemos...pero que pocos practicamos...

  • Rutina de noche: preparo a mi cuerpo y lo mentalizo, desde un rato antes.
Si tienes un mal ritmo de sueño, necesitas crearlo. Acostumbrar a tu cuerpo, avisarle, de que ya llegó la hora de relajarse e ir descargando tensiones para poder tomar el sueño. Y no es suficiente con caer derrengado/a en el sofá, porque así, como decíamos, "el coco sigue a lo suyo".
Una ducha antes de cenar es una buena idea, porque relaja muchísimo y además va a facilitar que seas constante con tus tratamientos de noche.
Leer un rato también es una buena idea. No hace falta que sea una hora ni que leas a Dostoyevski. Una novelita ligera, un libro de relatos cortos...simplemente, deja la mente volar unos minutos y así guardas los problemas hasta mañana.
Y un masaje...un masaje es de premio. No es algo tan difícil si te turnas: para parejas puede ser placentero e íntimo. Y si no tienes, tampoco hay excusa: Mi hermana y servidora nos hemos dado masajes estupendos cuando vivíamos juntas. Quid pro quo ;)
Si ciertamente, estás viviendo una de esas épocas vitales en que las preocupaciones nos persiguen - nos pasa a todos, son ciclos y a veces el cómo los vivimos tienen que ver con la propia maduración personal - hacer un poco de meditación o relajación antes de apagar la luz, te va a venir de fábula. Os he hablado de la relajación antes en este post.


  • El eterno problema de las cenas tardías o abundantes

Que sí, que esto lo hemos vivido todos. Mea culpa porque yo ceno pronto...pero a veces se me va la mano con la comida porque es el momento del día en que más baja tengo la guardia. Eso sí, intento que el 70% de mi cena sea de verdura. Y si es cruda,mejor.
Cenar productos procesados, precocinados o altos en grasa te van a garantizar una digestión terrible, porque además combinado con la postura de estar tumbados o sedentes, es "purita dinamita". Lo mismo si cenas tarde, algo muy español...pero bastante chungo para descansar después.

3. Descansar mejor: revisa tus hábitos de sueño.
A veces el problema es que queremos dormir...pero no nos paramos a ver cómo hacerlo bien. Parece tan sencillo como "estoy cansada...pues me duermo". Pero por desgracia, no es así.
Rutina de noche :)

  • Cantidad sí...pero con calidad.
Mucho se habla de las ocho horas recomendadas pero...¿cómo? Sin una buena "higiene del sueño", no estamos aprovechando el tiempo a la hora de descansar.
Revisar colchones, ventilar la habitación, crear ambiente...seguir, en definitiva, los consejos anteriores, te va ayudar a un descanso de calidad.


  • El hábito SÍ hace el descanso.
Si acostumbras a tu cuerpo a seguir horarios no sólo para levantarse, sino también para ir a la cama, vas a descansar mejor. No puede ser que el martes te acuestas a la una viendo la tele, el miércoles te echas una siesta de dos horas, el viernes trasnochas...así es normal que te metas en la cama, y por más cansado que estés, no cojas rápido el sueño.
Proponerte una hora para ir a acostarte (razonable para todo), tu cuerpo se va a habituar a ella y vas a entrar en el sueño profundo más rápido.

¿Cómo descansas tú? ¿Tienes o no problemas para conciliar el sueño?
¿Cuáles son tus trucos?

¡¡BESOS!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario