Entre repostería y repostería, (y tanto ratito de sofá) esta época intento también cocinar mucha verdura, que sino vamos a terminar con unos índices nada saludables en sangre. Tenía una gran coliflor en la nevera y mi amiga Iris me dió la idea para hacerla al horno.
Os cuento cómo la hice: es fácil, rápido y se queda una guarnición deliciosa.
¡Vamos al lío!