Eso me pasa con Inma, a quien no conozco en persona, pero la leo religiosamente: me parece una mujer cercana, sencilla y enormemente divertida. Creo que tomar un café con ella bastaría para sentir que la conozco "de toda la vida".
Surgió entre ambas la posibilidad de hacernos una entrevista mutua y me pareció una manera muy entretenida de conocernos mejor.
Así que...¡vamos al lío!